El Granada Club de Fútbol ha vuelto a la senda del triunfo tras su empate el pasado domingo en Ponferrada. Y lo ha hecho a lo grande, como acostumbra en Los Cármenes. El conjunto rojiblanco ha endosado una manita a Las Palmas. Los de Paco Jémez se pusieron con 1-2 al inicio de la segunda mitad, pero vieron como los locales volteaban el marcador en apenas cinco minutos y con diez sobre el terreno de juego.
El choque comenzó gris, sin dominador claro. La táctica prevalecía sobre la técnica. Rozando el ecuador del primer acto, Benítez inauguró el marcador. El balear ejecutó un libre directo desde 30 metros que nadie remató. El intento de Ighalo por cabecear despistó a Barbosa, quien vio como el esférico se alojaba en su portería. El gol espoleó a los amarillos, que igualaron la contienda al filo del descanso por mediación de Suárez.
Tras la reanudación, el Granada recibió dos duros golpes, dos ganchos que noquearon a los de Fabri. Transcurrido solamente un minuto de la segunda parte, disparo ajustado desde la frontal del área de David González ante el que nada pudo hacer Roberto. Segundos después, Mensah era expulsado por una dura entrada de color anaranjado. Pino Zamorano, colegiado de gatillo rápido, no se lo pensó.
Fue entonces cuando el plantel granadino sacó la casta que lleva dentro. En apenas cinco minutos, los transcurridos entre el 49´y el 54´, Geijo e Íñigo López le dieron la vuelta al electrónico. No contento con eso, el “pichichi” de la categoría hacía el cuarto, el segundo en su cuenta particular, en el minuto 57´. Sin sobresaltos considerables, Collantes cerraba la manita en el noventa tras culminar un contragolpe.
Meritorios tres puntos de un Granada que asusta. Junta Directiva, cuerpo técnico, plantilla y demás trabajadores de la entidad, queremos dedicar la victoria a Gertrudis Hidalgo, madre de nuestro querido utillero Antonio Hidalgo fallecida recientemente. Va por ti.